miércoles, 10 de septiembre de 2008
Es cuestión de naturaleza
Juan 3:3 "De cierto, de cierto te digo, que el que no NACIERE DE NUEVO, NO PUEDE VER el Reino de Dios"
Muchas veces me he preguntado porqué hay tantas personas en las congregaciones a las que les cuesta tanto seguir al Señor. No me refiero a las luchas típicas del discípulo verdadero (ataques del maligno, persecuciones, tribulaciones, etcétera), sino a situaciones que, a mi juicio, para una persona verdaderamente nacida de nuevo, no deberían suponer ningún problema.
Hablo de personas para quienes todo es una lucha: el hecho de congregarse, de aportar económicamente, orar, adorar, estudiar la Palabra, todo lo anterior "les cuesta un mundo". ¿O debería decir les cuesta EL mundo?
A mi me preocupa este asunto, porque encontrar a una persona que "dice ser cristiana" luchando por no ser mundana , es simplemente una contradición.
Al contrastar esta situación con la vida de los hombres que sirvieron al Señor me doy cuenta que la distancia es abismante, aun cuando la Palabra una y otra vez nos recalca que eran hombres sujetos a pasiones como tú y yo.
Creo entonces que la diferencia radica en su naturaleza.
No importa cuánto esfuerzo haga un taza de porcelana por convertirse en un vaso de plástico, nunca lo logrará. ¿Por qué? Por una cuestión de naturaleza.
Hay animales salvajes criados en cautiverio que a pesar de haberse criado lejos de la vida salvaje, han deconocido a sus amos, y en algunos casos incluso han dado muerte a alguno. Esto se explica sólamente por un asunto de su esencia animal.
Creo que a muchos que profesan ser cristianos les ocurre lo mismo.
No escribo esto con el afán de juzgar, por el contrario, lo hago con la idea de dar esperanza al alma aflgida que NO entiende CÓMO LE PUEDE COSTAR TANTO seguir a Cristo siendo que el mismo Espíritu Santo que estuvo en Cristo, ahora vive en nosotros.
Lo que quiero decir es que si no has podido actuar como cristiano, vivir como cristiano, pensar como cristiano o hablar como cristiano, lo más seguro, es que esto no ocurre porque no eres cristiano y eso deja la puerta abierta parar que puedas llegar a serlo.
Ciertamente el Señor dijo que en el mundo tendrímos aflicción, pero hay personas para quienes la vida cristiana es en sí causal de real aflicíón. Esto pasa por estar tratando de convertir la taza de porcelana en vaso plástico.
Lo que si es posible, es nacer de nuevo y al recibir la nueva naturaleza, entonces, todo será diferente.
Si estás en esta lucha, escrudiña tu vida y pregunta: ¿Señor, realmente he nacido de nuevo, hay en mi esa nueva naturaleza? Te aseguro que Dios es el mas interesado en contestar esa pregunta. Porque Él sabe que es un asunto de vida o muerte (eterna) para tí.
Y no te asombres. El verso 10 dice algo aún más confrontador: "¿Eres tu MAESTRO de Israel y no sabes esto?". Jesucristo está diciendo: ¿Cómo puedes enseñar algo que ni tú mismo comprendes? No se puede dar lo que no se tiene.
¡¡Por un avivamiento espiritual que restaure la iglesia!!
Pastor Gabriel
martes, 9 de septiembre de 2008
¿Amor Frío?
"Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará" (Mateo 24:12)
En este capítulo el Señor está advirtiendo sobre los eventos que antecederán el fin. No pretendo discutir sobre qué entendemos por fin aquí, me interesa más bien prestar atención a lo que Jesús dice respecto del "amor".
Nada hay más fuerte que el amor. La Palabra lo dice de muchas formas. En muchos libros hace referencia al tremendo poder que emana del amor.
Es más fuerte que la muerte, que el odio y el rencor, que el dinero, que la lujuria, que la maldad misma.
Tan poderoso es, que Dios el Hijo, siendo quien era, y conociéndonos como nos conocía, decidió venir a morir por nosotros, y esto, como la mayor expresión de Su amor.
En el evangelio de Juan quedaron registradas las palabras de Jesucristo cuando dijo: "nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos".
Él pasó la vara y rompió todos lo récords poniendo Su Vida por Sus enemigos. ¡¡Qué grande es el Señor!!
El mismo Señor dice aquí en Mateo 24:12, "el amor de muchos se enfriará". Esto suena algo extraño de buenas a primeras, pero el amor es como fuego que quema en el interior del hombre, provocando celo, pasión, inspirando a veces a hacer las cosas más descabelladas que alguno pudiera pensar, si bien no hace nada indebido, no tiene envidia, ni se jacta, ni guarda rencor.
Por el contrario: todo lo sufre y lo cree, todo lo espera y lo soporta porque el amor NUNCA DEJA DE SER no se termina. Puede enfriarse, pero sigue ahí.
Doy gracias a Dios que no dijera: "y por haberse ACABADO el amor", pero al solamente enfriarse, hay un antídoto para ese mal: el fuego. ¡Gloria a Dios!
Las escrituras dicen que Dios es fuego consumidor, que su Espíritu Santo vino como lenguas de fuego al aposento alto. También dice "¿no es mi Palabra como fuego? Hasta donde yo sé lo único que puede derretir el frío (hielo) es el fuego.
La maldad sin duda seguirá multiplicándose, pero mientras esté el Espíritu Santo en la tierra existirá el fuego necesario para traer de vuelta a los fríos y a lo tibios a una relación de Fuego y vida con el Hacedor.
Eso es avivamiento, lo que vivió Elías cuando el fuego cayó y los "tibios" pudieron calentarse junto a las llamas del Espíritu. Llamas que provocaron el reconocimiento y la necesidad que voluntariamente y a viva voz clamaran ya no con indiferencia: "Jehová es Dios, Jehová es Dios"
Por ello: "Señor manda fuego que derrita el hielo de la indiferencia que tenemos hacia las cosas santas. Permite que a todo el que lea estas líneas, "algo" de esa llama eterna que nada puede apargar, se vuelva a encender en sus corazones. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén"
Las muchas aguas(del mundo), no podrán apagar el amor(por Dios)
En el amor de Cristo,
Pastor Gabriel.
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