viernes, 25 de abril de 2008

MEJORANDO LA COMUNICACIÓN CON NUESTROS HIJOS (3a parte)

3.- SABER HABLAR. Todos hablamos siempre, y a veces, muchas veces, hablamos más de la cuenta. Al momento de hablar es necesario considerar algunos aspectos si hemos de comunicarnos efectivamente.

• SABER MANEJAR NUESTRO TONO DE VOZ: amable, firme, etc, según la ocasión lo requiera. Jesús siempre hablaba con autoridad pero no usaba el mismo tono con todos. A la mujer samaritana le habló con dulzura, en tanto que a los cambistas en el templo los reprendió con dureza.

• NO OFRECER CONSEJOS CADA VEZ QUE NUESTROS HIJOS NOS CUENTAN ALGO. "El síndrome del pastor". A menudo terminamos dando nuestro parecer sobre tal o cual situación que ellos nos comparten, cuando en realidad ellos sólo quieren ser oídos.

• NO CONVERTIR CADA CONVERSACIÓN EN UN REGAÑO. Aleja a los hijos, los limita a confiar y abrirse. Se sentirán menos deseosos de acercarse a nosotros y correrán hacia sus amigos quienes siempre les apoyan o celebran sus anécdotas e historias y nunca los censuran en nada.

• CUIDADO CON CIERTAS PALABRAS, tales como: “siempre”, “nunca”. Es mejor intentar: “siento”, “me parece”. De pronto sonamos muy absolutistas y sabelotodos.
¿Quién quiere hablar con alguien que "se las sabe todas"? ¿Qué opción tenemos frente a alguien así?

• LA MEJOR MANERA DE ACABAR UN DIÁLOGO ES USANDO PALABRAS HIRIENTES. Cuidado: cuando estamos heridos, herimos. A todo nivel esto es cierto. Moisés se airó con el pueblo. En vez de hablar a la roca, la golpeó, (eso hacemos con nuestra boca, a veces "golpeamos" a las personas con nuestras palabras) y esto le costó no entrar en la tierra prometida.
Queremos ganar a nuestros hijos, recuperar el espacio que el mundo nos ha quitado con ellos y para esto deberemos cuidarnos de no herirles gratuitamente ni en cada ocasión que tenemos junto a ellos. A veces vale la pena esperar a que las cosas "decanten" un poco y "el polvo en suspensión baje" antes de querer limpiar o tratar algún asunto.


• CRITICA EL COMPORTAMIENTO, NO AL HIJO. A menudo generalizamos y ponemos todo en el mismo plato, haciendo sentir a nuestros hijos que somos injustos. Esto no es bueno, ellos saben que Dios Padre es JUSTO.

De todo corazón espero que estas ideas sean de provecho para la hermandad que desea mejorar sus relaciones con sus hijos y no sabe cómo hacerlo.

Sigue el programa los días miércoles de 16 a 17 horas en "Nunca es Tarde" de Armonía 106.3 fm. Nuestro próximo tema es "La Disciplina: ¿qué es, para qué sirve?"

Por clases de Inglés o invitaciones para talleres o predicaciones, puedes contactarme al (02)3170945, celular (09)7 4483232 o al mail del blog.

Pastor Gabriel Torres A.
¡¡Bendiciones!!