miércoles, 17 de septiembre de 2008

¿Libres?


Marcos 9:25 "...(Jesús)reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: espíritu MUDO y SORDO, yo temando, sal de él, y no entre más en él"

En su ministerio terrenal, nuestro Señor se enfrentó muchas veces a la situación de personas que estaban poseídas por espíritus inmundos. Estos malos espíritus provocaban principalmente un mal: ataban a las personas. Las mantenían cautivas, prisioneras, esclavas. El enemigo desea esclavizarnos (y vaya que le funciona). Nos esclaviza a tantas cosas, una de las más peligrosas: el engaño.
Cuántas personas que proclaman ser libres están atadas a las más diversas cosas: costumbres, hábitos, personas, lugares, instituciones, vicios, adicciones, doctrinas de hombres,y un sin fin de cosas más.

Gracias a Dios en Cristo está el poder para libertarnos. Sin embargo, a veces los discípulos (ministros) del Señor no tenemos la autoridad (espiritual) necesaria para romper tales cadenas, como ocurrió con los discípulos en estos versículos. EL Señor les explicó que "no habían podido libertar al muchacho por su "falta de ayuno y oración"(ver verso 29). Lo que a las claras pone en el tapete un problema no menor de nuestros días: la falta de consagración en la comunión (oración) y negación (ayuno), dos aspectos que el Señor mostró como responsables de su incapacidad para libertar al muchacho.

Para llegar a experimentar un verdadero avivamiento necesitaremos volver a este arte perdido de la oración y el ayuno, cosas que hoy por hoy no van con el mundo actual.

La oración requiere de "tiempo" ylo que las personas menos tienen hoy es tiempo. La verdad hay tiempo, pero NO PARA EL SEÑOR.

Por otro lado, el ayuno requiere de un espíritu sacrificial y hoy muy pocos están dispuestos a sacrificar algo. Queremos todo fácl, todo regalado, muy pocos están dispùestos a pagar un precio en las cosas de Dios. Es más cómodo decir que Cristo ya pagó el precio (y esto es cierto en un modo. Él pagó por los pecados del mundo haciendo lo que ningún otro podría haber hecho: "satisfacer las demandas de Jehová y cumplir la ley de Dios"), pero también la Palabra dice que debemos negarnos, esforzarnos a entrar por la puerta angosta y otra serie de directrices divinas. Hay una parte que nos corresponde a nosotros en el asunto de la redención.

Sin estos dos elementos (oración y ayuno) no habrá avivamiento espiritual.

El muchacho al ser libertado por Jesucristo vivió y con él su padre y todos los que le pudieran haber rodeado. La cuestión es: no sólo recibió palabras dde aliento sino recibió el toque de DIos con el poder para CAMBIAR SU VIDA para siempre ("y no entres más en él", sentenció Jesús al demonio)

¡¡Como necesitamos entender lo que implicó para el mundo de los demonios que Jesucristo antes de ascender dijera a los suyos: "recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros"!!

Este espíritu tenía la muchacho mudo y sordo, incomunicado, atrapado en una vida de silencio.

¡¡Hoy muchos que claman ser libres están atrapados por el mismo espíritu, temerosos de hablar e incapces de escuchar la palabras verdaderas de Dios!!

Les recuerdo mis queridos hermanos que el diablo no se ha convertido. Es la misma serpiente antigüa usando ropas nuevas, haciendo las mismas obras, atando enmudeciendo, ensordeciendo a los cristianos tibios.

Abre tu boca en un acto de fe y proclama que Jesucristo reina. saacude de tí los lazos del malignos. Jesús sacará a luz la voz ahogada que hay en tí y cambiará tu silencio por un río de alabanzas.

Escucharás las más bellas palabras que un esclavo puede escuchar: ERES LIBRE.

Dios te bendiga