jueves, 12 de febrero de 2009

¿Entendemos el tiempo que vivimos?



Con tantas cosas tratando de capturar nuestra atención, quizás no sea tan difícil perder el norte y terminar extraviados del camino por el que deberíamos verdaderamente transitar.

Día a día surgen nuevas situaciones que intentan cautivarnos. El mundo tecnológico, las catástrofes naturales, los problemas del mundo financiero, son solamente algunas de las muchas cosas que capturan nuestro interés y que peligrosamente nos llevan a quitar la mirada del evento que debería ser central y medular en nuestro vivir: "el rapto de la iglesia de Jesucristo".

Jesús advirtio en Su Palabra que vendrían falsos maestros que engañarían a muchos, el apóstol Pablo profetizó de la apostasía que vendría, de cómo muchos se amontonarían teniendo comezón de oir, de cómo la iglesia sería sutil pero efectivamente extraviada de su sincera fidelidad a Cristo, y aunque estas cosas fueron escritas para nuestro provecho y admonición, lamentablemente ESTÁN OCURRIENDO ¡¡Y NI SIQUIERA NOS DAMOS CUENTA!!

Las tragedias que golpean al mundo (señales dadas por Cristo que antecederían al fin), los terremotos en diferentes lugares, las hambrunas, las pestes y otras señales están inequívocamente cumpliéndose ante nuestros propios ojos y ¿qué estamos haciendo por prepararnos para el gran evento? ¡¡NADA!!

Él rapto será un evento único, o estamos en el o lo perdemos. Yo quiero estar allí cuando suceda. Jesús advirtió que debiamos velar porque Él vendría como ladrón, a ab la hora que no pensemos. Muchas iglesias que visito no muestran ninguna señal de estar preparándose para el cumplimiento de estas cosas.

"Bienaventurados los que velan y guardan sus ropas" (Apocalipsis 16:15)

Velar es estar despiertos, atentos a las señales que se van cumpliendo y que anuncian la proximidad de los eventos descritos por Jesús, mientras que guardar las ropas tiene que ver con no estar desnudos (a veces da pena ver la forma que visten algunas hermanas, ninguna diferencia con la gente del mundo). Dios considera vergonzoso que se vea nuestra desnudez.

Satanás trata desesperadamente de hacer que los hombres y mujeres muestren sus cuerpos desafiando la voluntad de Dios de cubrir el cuerpo desnudo (Ver Génesis)

No nos dejemos engañar, el rapto debe ser nuestra prioridad hoy día.

¿Estamos realmente preparados para presentarnos delante del Rey de Reyes y Señor de Señores? ¿Del Cristo Glorificado? ¿Del cordero que fue tenido por digno de abrir los sellos y que alegró el corazón del anciano Juan?

Miremos las señales y entendamos los tiempos: No es una opción sino una necesidad.

1 comentario:

Angel dijo...

Cristo viene pronto.Dios nle bendiga hermano.