jueves, 9 de octubre de 2008

Yo soy un hijo de Dios, ¿por qué no me creen?


La gloriosa iglesia de Jesucristo hoy día no se ve tan gloriosa, y no porque su fundador haya perdido Su Gloria sino porque los seguidores hemos adoptado un estilo de vida antojadizo que para el Señor es inaceptable.

Las congregaciones cada vez más numerosas cuentan entre sus filas con personas que se denominan "cristianas", que proclaman ser salvos, que dicen haber hecho a Cristo el Señor de sus vidas, pero que siguen viviendo "a su manera".

El extinto cantante popular Frank Sinatra se hizo mundialmente famoso con un canción del mismo nombre. y si bien para una canción el título puede estar bien, no lo está en absoluto para hombres o mujeres que proclaman haber nacido de nuevo y tener dentro de ellos la naturaleza divina de Cristo. Es inaceptable que alguien que le entregó su vida a Cristo siga viviendo "a su manera".

Personas que caminan contigo hasta que tu les dices que hay cosas en sus vidas que no andan bien, que deben ser corregidas pero son incapaces de reconocer que necesitan cambiar. Culparán a medio mundo evitando asumir su responsabilidad.

Ser cristianos es mucho más que leer la biblia, hacer un par de oraciones, dar un poco de dinero y aprender el lenguaje que se utiliza en las congregaciones. Ser cristianos es estar claros que ya no importa lo que "yo pienso o quiero", sino "lo que Cristo piensa y lo que Él quiere de mi y para mi".

El egoismo prevalece en los círculos evangélicos. Los cristianos viven a su manera, se congregan cuando se les antoja (sus biblias parecen no tener escrito Hebreos 10), se sujetan a sus propios conceptos e interpretan la Palabra a su antojo.

Cuidado con la manera en que vivimos nuestro cristianismo, ya que estoy seguro que "aquel día" nos llevaremos muchas sorpresas, especialmente aquellos que están acostumbrados a hacer lo que quieren y no se sujetan más que a su propia doctrina.

No existe tal cosa como ser un hijo de Dios a mi manera. Dios dejó los patrones, las pautas y el ejemplo de lo que le es aceptable. Por eso, aunque muchos lo griten a los cuatro vientos, simplemente no se les puede creer que sean cristianos, ¿la razón? Jesús dijo "por sus frutos los conoceréis". No por lo que dicen, ni por lo que aparentan, sino por lo que son.

He aprendido que la única manera de averiguar si una oveja es lo que parece y no un lobo vestido de oveja, es apretándola un poquito. Una verdadera oveja responderá con un balido y un lobo con un gruñido. Al lobo descubierto, aunque siga vestido con piel de oveja nadie le creerá que es una oveja.

¡¡Cuidado pastor, muchos lobos se ocultan entre aparentes ovejas que viven a su manera!!

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