lunes, 31 de marzo de 2008

¿QUIÉNES SON LOS QUE SE DESCARRÍAN?

Hebreos 2:3a “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande…?”

Usualmente nos sentimos culpables cuando un creyente se aparta. Pensamos “si hubiera hecho algo, esto no habría pasado, tal vez este hermano todavía estaría con nosotros”.
Decimos “si sólo lo hubiera cuidado, animado o escuchado más”. Pero de haberlo hecho: ¿Estaría con nosotros? ¿Realmente alguna vez estuvo con nosotros y fue parte nuestra o sólo quería a alguien que estuviera con él o ella?

¿Por qué se descarrían las personas?
La Biblia nos enseña de hombres iguales a nosotros que sufrieron la pérdida, la enfermedad, la necesidad, y a pesar de todo eso, se mantuvieron con el Señor.
¿Será que tenemos el derecho a descarriarnos? ¿Será la voluntad de Dios que nos descarriemos o retrocedamos? ¿Quién será el responsable: ellos, nosotros, el diablo, Dios? ¿Tuvieron Job, Pablo o Cristo motivos para haberse descarriado? Y si los tuvieron, ¿por qué no lo hicieron?
Debe haber algo que explique esta situación. Hechos 8:39-40 enseña que Felipe dejó al etiope solo y este no se descarrió

La Necesidad
de una Verdadera Conversión
Una conversión genuina permanece sin importar las adversidades. Sabemos que todo árbol que no plantó el Padre, será desarraigado, y si Dios no lo plantó, ¿quién lo hizo entonces y con qué fin?
Jesús mandó a sus discípulos como corderos EN MEDIO de lobos (Lucas 10:3). Esto a muchos les parecerá irresponsable o falto de amor, pero es el método divino para probar a los verdaderos creyentes.
¡Qué contraste con lo que intentamos hacer hoy día: poner a la hermandad dentro de una burbuja llamada iglesia!
El Señor sabe de las tentaciones y peligros de la vida y sin embargo, los permite porque las dificultades exponen, sacan a luz a los verdaderos y eliminan a los falsos.
Hay personas en las iglesias que nunca producen frutos. Es más, sólo traen vergüenza al nombre de Dios. Lo peor es que el mundo al verlos dice: “y se hacen llamar cristianos”.


La Prueba
de un Verdadero Discípulo está en el Fruto
La conversión es un cambio en la manera de Pensar y Sentir. Juan bautista instaba a los hombres a hacer frutos dignos de arrepentimiento.
La Biblia dice “la raíz de los justos dará fruto” (Prov. 12:12). Luego también Jesús dijo “el que en mi no permanece se queda sin fruto.(Juan 15:5) y en Mateo 3:10 “Todo árbol que no da buen fruto es cortado”
. ¡¡No basta con producir decisiones, Dios busca discípulos!!


El Creyente que es Terreno Pedregoso
(Marcos 4:13-20)
Responde pero carece de profundidad. No tiene raíz y aunque recibe con gozo, sólo cree por un tiempo. Dios puede ver debajo de la tierra. El sol prueba las plantas. Dios usa 3 elementos para probar: Tribulaciones, Tentaciones, Persecuciones.
Encontraremos personas que no desean cambiar porque no han nacido de nuevo. No leen la Palabra de Dios, ni oran porque no les nace hacerlo, no está en su naturaleza, porque aun son un producto de la carne Todo cordero sano tendrá apetito. No necesitarás convencerlo de que tiene que comer. Buscará el alimento.


La Aptitud Para
Seguir a Cristo (Lucas 9:62)
El que mira para atrás simplemente NO ES APTO. La palabra Apto: Eutheto en Griego, significa “listo para ser usado”.
Pablo menciona hermanos aptos y a otro que no lo era. En la carta a los Colosenses 4:7-14, menciona a Demas, quien no contaba con la aprobación de Pablo. El apóstol veía venir algo en Demas, su descarrío y su traición a la causa de Cristo.
Por tanto, para que una planta produzca fruto debe ser puesta al sol. La falta de luz impide el crecimiento y como cristianos verdaderos no debemos temer a la tribulación, tentación y persecución, porque ellas prueban al convertido, lo afirman, lo hacen crecer y edifican, en tanto que al no convertido lo separan, se marchita y muere.
Pablo habla de falsos hermanos, quienes no son creyentes genuinos. Gente que siempre está buscando “algo” que excuse su mal accionar, pero lo que necesitan es arrepentirse, convertirse y cambiar.

¡¡Todo el abono del mundo no hará crecer una planta defectuosa!!

Jesús no siempre estuvo disponible, a veces se escondía de la gente. El conocía a los que son sólo oidores y que nunca obedecen la Palabra

1 comentario:

P. One dijo...

Hola, gracias por compartir este artículo. He sufrido mucho en estos años de ministerio, específicamente en los más recientes 7 años. Soy un pastor de jóvenes y uno de mis fuertes es el seguimiento, no sólo de manera personal, pero también a través de un equipo. He visto una significativa cantidad de jóvenes descarriarse año tras año del ministerio que presido, y eso me duele mucho. Realmente he pensado tantas cosas, he pensado que se han ido producto de mi pecado, pues todos pecamos pero yo tengo mis luchas con determinadas áreas, sé que todos las tenemos. He pensado y evaluado mi gestión ministerial de varias formas, y termino entendiendo que he hecho lo que mejor he podido hacer, he enseñado, he motivado, he hecho de todo. He tocado los temas juveniles de varias formas y aún muchos de los que han servido para dramatizar, enseñar y hasta predicar, son los que han caído y se han ido. Les molesta si les doy seguimiento pero también se quejan si nadie los llama, lo cual nunca ocurre, pero así se excusan. La verdad hasta he pensado si soy un pastor, o si llegó mi tiempo de dejar esto. Espero alguna orientación. Soy pastor desde los 15 años y hoy tengo 38 y sé que soy llamado por Dios pero esta situación me hace sufrir mucho. Bendiciones.